1.Cada reparación es única: Es imposible predecir con seguridad el tiempo que llevará la reparación, sobre todo si es en un celular que está totalmente apagado. Aún así, el compromiso de los 30 minutos está hecho, lo que provocará un diagnóstico apresurado.
2.Los componentes electrónicos y las refacciones son impredecibles: Si es una pantalla quebrada, basta con reemplazar el módulo completo, probarlo y en 30 minutos estará listo, ¿cierto? La realidad es que no. Aunque el problema parezca resuelto, el display recibe mucho más uso en el día a día de lo que se puede probar dentro de los 30 minutos que dura la reparación. Los proveedores de refacciones no dan garantía una vez que la pieza fue instalada, por lo que en una posible falla, la pérdida será absorbida por el técnico o por el cliente, y no muchos técnicos están dispuestos a absorber esa pérdida.
3.Las refacciones no serán originales: Refacciones originales solo hay de dos tipos, las que instala el fabricante y las que son retiradas de otros equipos. Si son retiradas de otros equipo, ¿realmente conviene instalar una pieza cuyo origen no es certero? En el mejor de los casos, se instala una pieza OEM, pero en la mayoría de los casos son refacciones de calidad regular, lo que aumenta la probabilidad de una falla consecuente.
Seguramente hay excepciones:
"Yo he llevado mi teléfono y me ha ido bien": A veces las cosas salen bien, pero es una apuesta arriesgada. O te va muy bien o te va muy mal.
"Yo me dedico a eso y todo sale bien siempre": Enhorabuena, eres una excepción.
Conclusión:
Si el teléfono es sumamente importante para ti, tienes una razón más para ser paciente con tu reparación. Si eres muy minucioso y perfeccionista con tu teléfono, repáralo solo en tiendas oficiales. Será caro y tardado, pero sin duda es la mejor opción para ti.